Las estafas de Business Email Compromise (BEC) no dejan de crecer. Generaron pérdidas por valor de más de 676 millones de dólares el año pasado y no parece que el número vaya a bajar esta temporada. Más bien lo contrario. Y es que los cibercriminales se han dado cuenta de que las recompensas que ofrece este tipo de ataque son mucho más altas que las se obtienen con otras amenazas. Esto podría explicar por qué los ataques tipo ransomware han disminuído y los «timos al CEO» están a la orden del día.
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